Por Juan Arturo Muñoz Espinosa
@juanarturom
“Es amor por algo en donde no tengo que andar explicando nada, justificándome. Estoy muy metido y lo amo hasta la muerte”. Esa es la confesión de un aficionado totalmente entregado a los colores de su equipo de fútbol, en este caso, uno muy especial por ser la voz de una de las bandas más influyentes de la historia, capaz de marcar una etapa y estilo en el rock de todos los tiempos, me refiero a Robert Plant de Led Zeppelin.
El llamado “Dios dorado”, acaba de cumplir 71 años el pasado 20 de agosto y es un fiel seguidor del Wolverhampton Wanderers, ese amor por la camiseta de los “Lobos”, tal como lo platica el mismo Robert, nació en 1953 cuando sobre los hombros de su padre visitó Molineux (Molinó), entonces el legendario jugador inglés, Billy Wright, saliendo del túnel volteó a la grada, saludó y sonrío a un pequeño de 5 años que más tarde se convertiría en una de las figuras más importantes de la música universal.
Robert Plant es desde hace varios años el Vicepresidente honorario del club de sus amores, al que le ha tocado ver campeón de Liga en tres ocasiones en la década de los 50, además de levantar una FA Cup en 1960 y dos Copas de la Liga en 1974 y 1980, precisamente en el festejo de principios de los 70, justo cuando Led Zeppelin vivía sus años más importantes, tuvo una situación que puso en riesgo su matrimonio, como él mismo lo señala, porque la celebración a tope lo hizo ausentarse de su hogar durante tres días porque no tenía idea de dónde se encontraba y cómo regresar.
Con la muerte del baterista John Bonham y posterior desintegración de Led Zeppelin, comenzó la carrera en solitario de Plant, misma que continúa hasta la actualidad, aunque más enfocada al blues y no tanto al hard rock y heavy metal que él mismo ayudó a definir.
Felices 71 para Robert Antony Plant, leyenda de la música y apasionado seguidor del fútbol y el Wolverhampton.
