Por Juan Arturo Muñoz Espinosa
@juanarturom
Una nueva deidad del rock cumplió 76 años el 18 de diciembre… Y lo ha conseguido, a pesar de una infinidad de situaciones extrañas y aventuras protagonizadas por las sustancias ilegales, a tal grado que existe un dicho: «Las únicas dos cosas que sobrevivirán a una guerra nuclear son las cucarachas y Keith Richards».
Nuestro cumpleañero en turno, toca la guitarra con The Rolling Stones, y por supuesto que las palabras sobran para referirnos a la banda creada en 1962 por Richards y su amigo desde la primaria: Mick Jagger, con la que lleva 57 años en los escenarios de manera ininterrumpida.
Durante su infancia, Keith Richards, fue parte del coro de su escuela, además de boy scout, ese pasado como jefe de patrulla con los pequeños castores le enseñó valiosas lecciones sobre el trabajo en equipo y el liderazgo, aunque su “instinto rockero” le provocó la expulsión del grupo de pequeños exploradores después de una pelea, pero nunca fue un buen atleta, incluso declara su madre en la autobiografía del músico que hasta le huía al balón de fútbol, además odiaba el rugby, por el contrario, lo que sí disfruta hasta estos días, son los deportes de bat y pelota como el cricket y el béisbol, disciplinas a las que califica como “bellamente tediosas”, no cuenta con un equipo favorito porque en palabras de él mismo, no permanece mucho tiempo en el mismo lugar como para formar un apego.
Acerca de su afición al deporte más popular del mundo, confiesa que es seguidor de un par de conjuntos ingleses, del Queens Park Rangers, compartiendo ese sentimiento con Robert Smith de The Cure, Ian Gillan de Deep Purple, Mick Jones de The Clash y Pete Doherty de los Libertines, también se dice fanático del actual campeón de la Champions y próximo rival del Flamengo en la final del Mundial de Clubes a disputarse el sábado 21.
Otra de sus pasiones es el tenis, incluso Keith llegó a trabajar como ball boy en un club cuando era pequeño, en aquel lugar sus padres, Doris y Herbert, practicaban el deporte, así que conoce muy bien el juego, en 2016, cuando los Stones estaban de gira por Argentina, Richards se encontró en el backstage del Estadio de la Plata con una leyenda albiceleste, Guillermo Vilas, el tenista al que hace un par de años apenas, Nadal destronó del récord de torneos ganados en tierra batida
Existe también una maravillosa placa del músico junto a otra leyenda de esa época, John McEnroe, tomada en 1992 y una más en las gradas de Flushing Meadows en 99, el origen de dicha amistad data de la primera vez que el tenista estadounidense ganó Wimbledon, a sus 22 años, aquella noche conoció a los Pretenders y compartió una noche de juerga con Jagger y Richards desde entonces se sabe que entre ellos hay admiración mutua o ¿qué opinan de la siguiente foto?
Feliz cumpleaños a la leyenda que, hablando en términos deportivos, parece no conocer el retiro.