Yo era chico, yo no sabía entonces de muerte, yo era inmortal.
Jorge Luis Borges
En lo inmediato, todavía no tenemos una certeza, si acaso, sólo nos queda la memoria de lo cercano o lo lejano de nuestra estancia en ella; todo depende de cuándo fue la última vez que pisamos un aula en calidad de estudiantes.
Con toda esta situación de la pandemia, de la que tanto se ha hablado y seguramente seseguirá diciendo mucho, no cabe duda que nuestros estudiantes, sean del grado que sean,han visto modificada drásticamente su vida, sus hábitos de convivencia social e interacción con los otros, parte fundamental en cualquier formación.
Tal vez sea bueno recurrir a los recuerdos de esa época en que fuimos estudiantes, sobre todo en esa transición de la adolescencia a la juventud, entre alegrías, decepciones, fracasosy aventuras, y es bueno, nos parece, que las actuales generaciones que de un día a otro vieron cortada de tajo la experiencia de la escuela, conozcan cómo fue hace algunos años el sentir de aquellas muchachas y muchachos.
Atrapados en la escuela es un libro de cuentos que a pesar de tener más de 20 años circulando, no pierde su encanto y frescura: precisamente habla (a través de una compilaciónde cuentos) de lo que hemos comentado párrafos atrás, esa parte de la vida que implica el paso de la niñez a la adolescencia, todas esas viencias que sin duda nos marcan, para bien o para mal, pero sobre todo aquellas que nos siguen sacando una sonrisa y nos recuerdan la importancia de no perder ese niño que alguna vez fuimos.
Los primeros amores, el primer beso (o el segundo), las tareas, las pequeñas épicas en la escuela y más allá, como en uno de los memorables textos del libro, a cargo de ArturoTrejo Villafuerte: “Una aventura inolvidable”; “El abanderado”, de Esusebio Ruvalcaba, y ese deseo o temor de pertenecer a la escolta, entre otros, bajo la pluma de autores como JoséAgustín, Jordi Soler, Oscar de la Borbolla, Mónica Lavín, por mencionar sólo algunos, sin duda son una gran manera de regresar a esos años en que fuimos estudiantes, en que soñamos, por primera vez, muchas cosas.
J. A. Sánchez