18 millones de mexicanos enfrentan problemas de salud mental, muchos evitan buscar ayuda debido a la percepción negativa que rodea a los problemas psiquiátricos.
En México, alrededor de 18 millones de personas sufren de ansiedad, depresión y otros trastornos mentales, pero el verdadero desafío radica en los tabúes que rodean estas condiciones. Según María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, “cuando hay estigma, ocurren dos fenómenos importantes: las personas evitan buscar tratamiento porque asumen el estigma y se estigmatizan a sí mismas”.
Durante el foro “Unidos Frente al Estigma en Salud Mental”, se discutió que las mujeres presentan una mayor probabilidad de experimentar depresión y ansiedad, con un 28.8% de afectadas en comparación con un 28.6% de hombres. Además, se observó que las mujeres jóvenes son las más impactadas, mientras que en los hombres, el aumento de la ansiedad es notable, aunque menos significativo.
La complejidad de la Salud Mental con sus afecciones y bienestar
Las comorbilidades, es decir, la presencia de múltiples trastornos en una misma persona, pueden agravar el estado de salud mental. Esta condición se define como un estado de bienestar mental que permite a las personas afrontar momentos de estrés, desarrollar habilidades, aprender y contribuir positivamente a sus comunidades. La salud mental no solo es un componente esencial del bienestar, sino también un derecho humano fundamental que impacta el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.
Es importante entender que la salud mental va más allá de la mera ausencia de trastornos. Se trata de un proceso complejo que cada individuo vive de manera única, con diferentes grados de dificultad y angustia. Las afecciones mentales incluyen trastornos psiquiátricos y discapacidades psicosociales, y quienes las padecen pueden experimentar niveles reducidos de bienestar, aunque esto no es una regla universal.
Varios determinantes, tanto individuales como sociales y estructurales, pueden influir en nuestra salud mental a lo largo de la vida. Factores psicológicos y biológicos, como habilidades emocionales, genética y el abuso de sustancias, pueden aumentar la vulnerabilidad de las personas a desarrollar afecciones mentales.
Es vital que se fomente un diálogo abierto sobre la salud mental para desestigmatizar estas condiciones y alentar a quienes lo necesiten a buscar la ayuda adecuada. Solo así podremos avanzar hacia un enfoque más comprensivo y humano en el tratamiento de la salud mental en México.