La Feria del Pan de Muerto es un evento emblemático que celebra una de las tradiciones más queridas de México, honrando el Día de Muertos.
La tradición de las ofrendas de Día de Muertos tiene profundas raíces en las culturas prehispánicas. Entre estas ofrendas ancestrales destaca la dedicada a la diosa Cihuapipiltin, en honor a las mujeres fallecidas en su primer parto, pues se creía que sus espíritus rondaban el aire y podían causar enfermedades a los niños. En su memoria, se les dejaban ofrendas en templos o en encrucijadas de los caminos, que incluían «panes» de figuras diversas, como mariposas o rayos, elaborados con amaranto y un pan de maíz seco llamado yotlaxcalli. El amaranto era un elemento esencial en estas ofrendas, ya que se consideraba un alimento sagrado.
Además, el cronista fray Diego de Durán narra que durante la ceremonia de Huitzilopochtli, los participantes consumían exclusivamente tzoalli con miel, una mezcla de amaranto y miel de maguey o de avispa, con la que creaban un ídolo adornado, así como huesos de amaranto que colocaban a los pies del dios para después compartirlos entre la comunidad.
Este 2024, el municipio de Nezahualcóyotl celebra su tercer Festival NezaMictlán, con la tradicional Feria del Pan de Muerto en la explanada del Palacio Municipal, desde el 28 de octubre hasta el 2 de noviembre. Esta feria reúne a más de 100 panaderos y artesanos que ofrecen desde el pan de muerto tradicional con azúcar y esencia de azahar hasta versiones innovadoras, rellenas de cempasúchil, higo con nuez, camote, queso con zarzamora, entre otros. También se podrán encontrar productos artesanales como veladoras, flores de cempasúchil, plantas, y elementos para montar ofrendas en casa.
El Festival NezaMictlán incluye además una mega ofrenda en el Panteón Municipal, abierta al público del 31 de octubre al 2 de noviembre, donde los ciudadanos pueden llevar fotografías de sus seres queridos para honrar su memoria. Hasta el 3 de noviembre, habrá actividades culturales como música en vivo, cuentacuentos y las Caravanas de Catrinas, que recorren las calles en un colorido homenaje a esta tradición mexicana.
Este evento no solo celebra y preserva las costumbres de Día de Muertos, sino que también impulsa la economía local y permite a los visitantes conocer la historia detrás de los rituales y alimentos que han sido parte de la cultura mexicana durante siglos.