La Llorona es una de las leyendas más emblemáticas de la cultura mexicana. Aquí te contamos su origen y donde revivir su historia.
Como parte del Festival NezaMictlán 2024, se presenta la obra de teatro La Llorona, que tendrá lugar en el Teatro al Aire Libre del Parque del Pueblo. Las funciones se llevarán a cabo los días 31 de octubre, 1, 2, y 3 de noviembre, con una cuota de recuperación de $20 pesos. Los horarios de las presentaciones son a las 19:00, 21:00, y 23:00 horas, ofreciendo a las familias la oportunidad de disfrutar de una de las leyendas más icónicas de la cultura mexicana en un ambiente mágico.
Además de la obra, el Festival NezaMictlán ofrece diversas actividades hasta el 3 de noviembre, como las Caravanas de Catrinas, que recorren las calles en un vibrante homenaje a esta tradición. En el Panteón Municipal de Nezahualcóyotl, se instalará una mega ofrenda abierta al público del 31 de octubre al 2 de noviembre, donde los ciudadanos pueden llevar fotografías de sus seres queridos fallecidos para rendirles homenaje.
El festival también contará con La Casa del Terror, disponible de 19:00 a 24:00 horas en el mismo teatro, con una cuota de recuperación de $20 pesos. Esta experiencia promete agregar un toque adicional de emoción a las celebraciones.
Origen de la Llorona
La leyenda de La Llorona tiene múltiples interpretaciones que reflejan las raíces culturales de México. Algunas versiones sugieren conexiones con mitos prehispánicos, como la figura de Xtabay en la cultura maya y las Tzitzimimes o Cihuacóatl en la cultura azteca, asociándolas con la desesperación y el lamento por la muerte de su pueblo. Otra narrativa se basa en los relatos de Fray Bernardino de Sahagún, quien documentó los presagios de la conquista española y menciona a este enigmático personaje.
Una de las historias más conocidas narra que una mujer mexica, tras ser abandonada por un soldado español junto a sus hijos, sucumbió a la desesperación y, en un acto trágico de venganza, decidió asesinar a los pequeños. Desde entonces, su espíritu vaga buscando a sus hijos, simbolizando el profundo sufrimiento y el lamento por la pérdida.