J. A. Sánchez
Dos momentos aciagos (de muchos, claro está) en la historia de la humanidad en que la famosa sentencia de Sartre cobró vida en sentido literal, sin duda fueron las bombasatómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y… Chernóbil.
El terrible y lamentable accidentenuclear más famoso de la historia, cuyos ecos y resonancias (en sentido literal ymetafórico) no han concluido. Infortunio que se convirtió en un gran pretexto para una obra maestra del periodismo, tan magnífica que a ratos uno quisiera que todo lo que ahí se lee fuera sólo producto de la imaginación, que nada haya sido verdad: Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexiévich (1948, Ucrania de la antigua Unión Soviética).
El libro,en su versión en español aparece etiquetado como “ensayo”, aunque en realidad es un libro de crónicas a posteriori, es decir, una recopilación exhaustiva, fuerte, dramática y conmovedora de testimonios de personas comunes y corrientes sobre el infierno que sedesató el 26 de abril de 1986, pasada la medianoche; un infierno que estaba ahí, amanera de lo que aparentaba ser una pequeña explosión; un infierno que poco a poco fuedesatándose en el aire.
Descripción dolorosa, precisa, literaria, de una desgracia humana.Drama a muchas voces, tragedia en coro, eso y más es Voces de Chernobil. (Dos datospara que se animen a leerlo:
1.- Svetlana Alexiévich fue condecorada en 2015 con elPremio Nobel de Literatura.
2.- Para todos aquellos que viven bajo el encantador yugo de las series de televisión, sabrán de lo que hablamos si han visto “Chernóbil”, la miniseriede cinco capítulos producida por HBO.
Si ya vieron la serie, lean el libro. O lean el libro y luego ven la serie. O por favor: hagan ambas cosas, no quedarán defraudados).J. A. Sánchez Alexiévich, Svetlana. Voces de Chernóbil. Crónica del futuro. Barcelona: DEBOLSILLO, 2015.