El largometraje destaca las difíciles condiciones laborales en las cocinas de la ciudad y la colaboración con una ONG que apoya a los inmigrantes.
La Cocina, la nueva película mexicana protagonizada por Rooney Mara y Raúl Briones, se sumerge en la vida de los cocineros indocumentados en Nueva York, abordando temas como las desigualdades sociales, el machismo y la inmigración. Ambientada en un entorno cerrado y opresivo, la cinta narra los desafíos diarios de estos trabajadores que luchan por sobrevivir en un país extranjero, mientras enfrentan condiciones laborales extremadamente difíciles.
La cinta, dirigida por Alonso Ruizpalacios, es una adaptación de la obra teatral original y recurre a efectos de sonido y espacios reducidos para transmitir la claustrofobia y el ruido constante que caracteriza el ambiente de las cocinas. A través de esta atmósfera, La Cocina logra sumergir al espectador en la presión y tensión que experimentan los cocineros, quienes deben defender su espacio personal en medio del caos de la cocina, similar a los pasillos estrechos de un submarino.
En un esfuerzo por visibilizar las condiciones de los trabajadores migrantes, La Cocina también se asocia con una ONG que apoya a los empleados de cocina inmigrantes. Esta colaboración no solo promueve la película, sino que contribuye a generar conciencia sobre las dificultades que enfrentan los inmigrantes en la industria culinaria de Nueva York, un lugar que, aunque vibrante y multicultural, sigue siendo hostil para muchos.
Raúl Briones, quien interpreta a uno de los cocineros indocumentados, comentó sobre la importancia de mostrar el mundo migrante a través de una relación multicultural: «Cada persona es su propio país, con sus propias fronteras. Aquí, la cocina es una gran metáfora de cómo funciona el sistema, donde cada uno tiene un puesto específico que debe defender ante los demás», dijo el actor.
Por otro lado, la interpretación de Rooney Mara ha sido destacada por su habilidad para transmitir la profundidad y el realismo de su personaje con pocos recursos. Su actuación minimalista refleja la dureza de la vida de los inmigrantes indocumentados, mientras que su química con Raúl Briones lleva al público a experimentar la misma claustrofobia y presión que estos trabajadores enfrentan en su jornada laboral.
El machismo también es un tema central en la película, al analizarse dentro del contexto del hombre mexicano migrante. Los estereotipos sobre el «macho mexicano», que sigue siendo una figura dominante en muchas culturas, influyen en la percepción de su rol en la sociedad. Los personajes de la película reflejan cómo estos prejuicios siguen presentes, destacando la lucha de los hombres migrantes que, a pesar de ser buenos trabajadores y buenos amantes, también están atrapados por estas expectativas sociales.
Anna Diaz, actriz mexicana que también forma parte del elenco, ha experimentado en su carrera las barreras migratorias que enfrentan muchos talentos mexicanos al intentar desarrollarse en el extranjero. «Era un ambiente estimulante; trabajar en Nueva York fue complicado porque me hizo sentir rechazo, como si no me quisieran ahí. De alguna manera, entendí a Estela (su personaje) y ella me entendió a mí, pues vivió injusticias mucho peores que las que vemos en la pantalla», explicó Díaz sobre su experiencia personal al trabajar en el proyecto.
Con La Cocina, que se estrena este 7 de noviembre, no solo se exploran las dificultades laborales y emocionales de los inmigrantes, sino que también se ofrece una mirada profunda sobre las dinámicas de poder, género y raza que siguen influyendo en la vida de muchos trabajadores indocumentados. La película, que ya ha generado gran expectación, es una obra valiosa para generar diálogo sobre los temas que siguen siendo relevantes hoy en día.